El valor literario de la mitología griega en las historias y poemas épicos de la Ilíada y la Odisea

 “Los dioses destinaron a los miserables mortales para que viviesen víctimas de la tristeza, y solo ellos no tienen preocupaciones”.

Homero.

En la creación de antiguas historias griegas, la existencia y presencia de los dioses en la vida humana, se podía ver reflejada desde la conexión ideológica, moral y religiosa que el mundo mitológico establecía con el humano.


La mitología griega ha sido gracias a su nacimiento, el punto de partida que complemento y contribuyó, a la creación de poemas épicos, como la Ilíada y la Odisea, las cuales fueron la representación de una época histórica, caracterizada por presentar, con un carácter heroico, las costumbres patriarcales, deberes y cultos religiosos. De esta manera, el mundo comenzó a ser partícipe, en la creación de su propia identidad, es decir, que cada elemento que simbolizaba la naturaleza, en su momento, fue el origen y crecimiento de nuevas deidades, estas se convirtieron en dioses divinos o mágicos que influyeron, desde lo físico hasta lo moral y ético, en la vida de los hombres.


Se comprendió, desde la conexión entre lo real, con relación a las creencias religiosas, que hacían parte de la comunidad, con respecto a la subjetividad, en los conflictos y acciones de la época. Por consiguiente, el pensamiento de Homero en la construcción de las narraciones y relatos literarios; se convirtió, en el resultado de las convivencias, entre las civilizaciones de la antigua Grecia.


En el transcurso de los hechos o situaciones, que iban surgiendo y que se iban conectando en las dos obras, desde un ámbito poético y descriptivo, se rescata, la importancia de las interacciones entre los dioses y los humanos, tanto, con los troyanos y aqueos, como con Odiseo, en la primera obra, se encuentra la adoración y al mismo tiempo, el temor que les tenían al momento de morir, evidentes, al realizar las ceremonias o rituales, enfocados en sacrificios animales y juegos panhelénicos, pero a la vez su participación en las guerras, decisiones o situaciones, en las que consideraban que era necesario intervenir, así como se cita en la Ilíada: “Manda presto a Minerva que vaya al campo de la terrible batalla y procure que los troyanos empiecen a ofender, contra lo jurado, a los envanecidos aqueos” (Homero, 2016, p. 37). 

Se tiene presente, que a pesar de ser un mundo dominado y gobernado por hombres, en las historias, la mayoría de las diosas intervenían, en el destino de los personajes, ya fuera por elecciones o por obtener algo a cambio. Las intenciones guiaban mucho la intervención, tanto de Minerva, ayudando a Dionisio e igualmente la de Venus, protegiendo a Eneas, como consecuencia de la elección hecha por París. También, se encuentra la misma situación en la Odisea, por parte de Calipso como bella ninfa, ella retuvo al rey de Itaca, para que fuera su esposo y Circe la hechicera, quien hospedo y cuido de sus visitantes, pero para dejar ir a los navegantes, quería algo a cambiopor eso ella le respondió a Odiseo, ante su petición: “Pero antes de vuestro regreso tenéis que hacer otro viaje, ahora al sombrío reino de Plutón y de la hermosa Proserpina. Allí está el alma de Tiresias, el tebano que lee claramente el más oscuro porvenir” (Homero, 2002, p. 81).


Entonces, de esta manera se comprende, que las historias no están desligadas de los datos históricos y geográficos, de aquellos territorios civilizados, incluyendo en sus acontecimientos, la influencia de los dioses o seres divinos en la vida humana, enfocadas en la idealización de historias, que convencieran a todos, de su existencia y presencia. En este caso, simbolizaron, tanto en la guerra de Troya, como en el viaje de Odiseo, un camino peligroso, como necesario, para la sociedad de estos relatos. Sin olvidar, que representaron la inteligencia, la astucia, la virtud, los valores y las artes como el don de lo supremo o areté, contemplado en el dios Apolo o en las nueve musas, las cuales representaban las artes, incluso sus trabajos fueron bien recibidos y admirados, en el caso de Vulcano o herrero divino, el cual ayudo a Tetis, la diosa marina y madre de Aquiles, para hacerle una armadura resistente y poderosa, como se cita a continuación: “Hizo primero un escudo con triple cenefa, después, una coraza reluciente como el resplandor del fuego y un sólido casco de cimera dorada.


Cuando termino de fabricar las armas, Vulcano las entrego a Tetis”(Homero, 2016, p.85). Se reconoce entonces, que después ellas también les advierten, incluso la diosa Minerva, ayuda a disfrazar a Odiseo, para que pueda lograr despistar a los pretendientes de otros reinos, pronunciando:“- En verdad que te asistiré- prometió Minerva- pero antes de nada, voy a cambiar tus facciones para que, quienes te vean, no te reconozcan. Arrugaré tu piel y serás calvo” (Homero, 2002, p.107).


Por su parte, en la mayoría del recorrido de Odiseo, se encuentran territorios, islas o espacios, habitados por criaturas antropomorfas, que retardaron y casi evitan, que el protagonista, junto con sus compañeros, prosiguieran el camino hacia Itaca. Entre algunas de estas criaturas, pueden encontrarse las sirenas, conocidas por ser criaturas aéreas, ellas con su canto podían dominar las acciones de los navegantes, y retenerlos a su voluntad, igual que los cíclopes, ellos pretendían encerrarlos y esclavizarlos, hasta el punto de convertirlos en su alimento, así menciona Odiseo: “por fin, el Cíclope, andando a tiendas y sin dejar de aullar por los dolores que le agobiaban, aparto el peñasco y se sentó afuera. Parecía aquella una buena ocasión para nuestra fuga” (Homero, 2002, p.76), incluso se encontraban Escila y Caribdis, a esta última temían, pues era un horrible monstruo marino, que consumía enormes cantidades de agua; devolviéndolas y formando un remolino, así que los navegantes decidieron evitarla, dando como resultado: “Poco después, el Céfiro vino al reemplazarle el Noto, haciéndome derivar la perniciosa Caribdis.


Toda la noche anduve a merced de las olas, y al salir el sol llegaba de nuevo los escollos en que moraba la diosa: pero Júpiter no permitió que ella me viese” (Homero, 2002, p. 100).  También es evidente, que las criaturas podían tener actitudes humanas, más fuertes que otras, así podían ser diferenciadas moralmente, ya fuera por ser más envidiosas, con un poco de compasión, o más malvadas, con algo de torpeza, pero en estos casos, los eventos hacían sobresalir el engaño, para hacer permanentes, las voluntades.


En conclusión, ante la necesidad de encontrarle una explicación, al origen y significado del universo que los rodeaba, se vio la necesidad del surgimiento de un lenguaje, contemplado en aspectos mitológicos, que convirtiera a Grecia, en la ciudad ideal. Por otra parte, los dioses protegían y obstaculizaban a los héroes, demostrando, que eran sus decisiones y acciones las que los empujaban a intervenir, a su favor o en contra. Es así, como se comenzó a forjar el paralelismo entre dos mundos y después, entre las propias decisiones, convirtiéndose en el reflejo, que mostraba, tanto caracteres estáticos, como perdidos.


Por último, se valora el legado cultural que todo el mundo mitológico griego, le dejó al arte y a la humanidad, siendo incluso la base de nuevas obras artísticas, que resaltan aún la apreciación del pensamiento idealizado y creyente, de toda una gran cultura antigua. En consecuencia, las normas y valores que nacían, como resultado de esta creencia, se convirtieron en el avance de muchas concepciones, con relación a la naturaleza humana y el amor a la patria, pero, sobre todo, la influencia del arte de la guerra y del engaño, como instrumentos de poder.


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Nota de la autora:

Hola a todos, gracias por continuar leyendo mis escritos, espero que los estén disfrutando. Tengo algunas redes sociales relacionadas con la lectura, aquí encuentran reseñas, información sobre libros, novelas, películas, series, relatos y avisos sobre mis nuevos escritos (en la descripción están los enlaces directos).

Espero que comenten que les parece la historia, le den amor y si tienen preguntas estaré atenta para responderlas.

Disfruta de la lectura en mi universo de letras.

Y.J. Riveros.



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